COLEGIO
DISTRITAL ESTRELLA DEL SUR
CONTAMINACION
DEL AGUA EN COLOMBIA
Nuestro patrimonio
La hidrografía colombiana es extensa y muy rica. Los ríos
más largos corren por las llanuras orientales hasta desaguar en el Orinoco y en
el Amazonas. Esta distribución permite distinguir en Colombia cuatro vertientes
y seis grandes cuencas: la vertiente Pacífico, la vertiente Caribe que incluye
las cuencas Magdalena, Cauca, Atrato y el Catatumbo principalmente, la
vertiente del Orinoco y la vertiente de la Amazonía. La vertiente del Pacífico
la forman más de 200 ríos.
La cuenca del Orinoco ocupa algo más de 320.000 km2 del
territorio Colombiano. Sus principales afluentes en Colombia son los ríos Meta,
Arauca, Vichada y Guaviare.
La vertiente del Amazonas comprende los ríos más largos del
país. Los ríos colombianos que forman parte de la cuenca del Amazonas, son
muchos, pero se destacan: el Negro o Guainía, el Caquetá, el Vaupés y el
Putumayo.
Los estudios actuales de exploración y evaluación de aguas
subterráneas a nivel regional y local realizados en Colombia, han permitido
identificar algunas áreas donde existe un potencial en la oferta en cantidad y
calidad para diferentes usos. El área total de Colombia con posibilidades de
contener importantes almacenamientos de aguas subterráneas, cubre una extensión
de 415.000 km2 (36% del país), de la cual solo se ha estudiado un 15%
aproximadamente.
Causas de contaminación del agua
·
La contaminación natural del agua se
debe a procesos producidos de forma inevitable por las fuerzas de la
naturaleza. Por ejemplo, una erupción volcánica, una gran tormenta, la descomposición
de materia orgánica en un pantano, un escape natural de petróleo desde su
yacimiento, etc., son procesos que pueden contaminar el agua.
·
La contaminación humana es la
verdadera preocupación, pues es capaz de transformar totalmente los medios
acuáticos. Cuando los seres vivos usan el agua, la devuelven al medio con menos
calidad, pero la naturaleza dispone de mecanismos que le restituyen su pureza,
para que pueda ser utilizada de nuevo. Los seres humanos vertimos a los medios
acuáticos grandísimas cantidades de residuos, que hacen imposibles los procesos
de reciclaje y depuración naturales de las aguas. Por eso muchos medios
acuáticos están contaminados.
Utilizamos
el agua para muchas actividades. Cada una de estas contamina el agua de forma química,
física o vertiendo productos sólidos de muy diferente naturaleza.
·
Son contaminantes químicos los
abonos, pesticidas, detergentes, aceites, colas, disolventes, derivados del
petróleo, etc.
·
Se consideran contaminantes físicos
las emisiones de calor, radiaciones de residuos nucleares, etc.
·
Los productos sólidos vertidos son:
plásticos, alquitrán, fuel, madera, fragmentos de minerales o rocas, polvo,
etc.
La contaminación del agua, un factor de escasez. La tragedia del río Magdalena
El río Magdalena tiene una extensión de 1.540 kilómetros.
En esta cuenca se asientan 73 municipios, y en su área de influencia más de 700
poblaciones en jurisdicción de 18 departamentos, al río Magdalena desaguan los
ríos más contaminados del país.
El río Bogotá recibe los contaminantes orgánicos y de
metales pesados de la industria de curtiembres en Villapinzón, luego recibe las
aguas de los municipios de la Sabana y de Bogotá en donde recibe cargas
orgánicas cercanas a 135 mg/lt.
El río Chicamocha recibe los lixiviados de la industria en
la parte alta, es además fuente receptora de vertimientos de industrias
floricultoras y productos lácteos.
El río Cauca en el Departamento del Valle del Cauca
presenta un tramo crítico que va desde Puerto Isaac (Yumbo) hasta Mediacanoa
(Yotoco). En este tramo el río recibe los impactos del área del Departamento
que concentra las actividades económicas más relevantes: zona industrial Cali
–Yumbo–, agroindustria de la caña y el mayor volumen de población
correspondiente a la ciudad de Santiago de Cali y su región metropolitana. Otro
cauce que presenta niveles altos de contaminación es el San Jorge que recibe
todos los sólidos de la minería, al igual que los residuos de mercurio y
cianuro en la minería del oro.
Pero el mayor problema de la contaminación del río se
expresa en las zonas bajas de la depresión Momposina y la Ciénaga Grande de
Santa Marta donde se han encontrado incrementos progresivos en los niveles, de
por sí muy altos, de metales pesados (aguas, sedimentos y organismos) tales
como cadmio, cobre, zinc. El impacto de esta contaminación se da en la salud de
las personas que consumen el agua o los recursos hidrobiológicos provenientes
de estos ecosistemas. Es un envenenamiento silencioso, muy lento pero letal.
Además los sistemas de salud difícilmente relacionan las enfermedades con este
tipo de causas.
El 74% de la cuenca del río Magdalena está intensamente
intervenida; prácticamente toda la región del Magdalena Medio está deforestada
y la mitad del bosque del Macizo Colombiano donde nace el río ha sido talada.
El río recibe 3,8 millones de galones de plaguicidas al año, además de la
enorme cantidad de residuos tóxicos de las refinerías de petróleo, de la
industria y de la minería. Esta situación ha causado la extinción de muchas
especies de animales terrestres y acuáticas (peces, reptiles). Las estadísticas
de pesca muestran que mientras en 1970 se registraron 72 mil toneladas de
pescado, en 1998 se extrajeron sólo 7.562 (la décima parte), como resultado del
desarrollo agrícola, urbano e industrial, la contaminación y de la
deforestación en la cuenca del río.
En su tránsito desde la cordillera de los Andes al mar
Caribe, recibe diariamente unas 200 toneladas de residuos domésticos, según el
Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial. La cuenca del río
Magdalena presenta una tasa de erosión de 330 toneladas de suelo por hectárea
al año, según el Departamento Nacional de Planeación, y una elevada carga de
sedimentos; la navegabilidad del río también se ha lesionado. Adicionalmente,
el régimen de lluvias ha cambiado por la deforestación y por planes de
ordenamiento territorial irracionales, según expertos.
La colonización en la cuenca y el inadecuado uso de la
tierra, especialmente en las tres últimas décadas, ha destruido más de 3,5
millones de hectáreas de bosque, que representan cerna del 50% del bosque
originario. Especialmente la ganadería en la zona Andina, ha convertido en
pastizales miles de hectáreas de bosque, afectando la estabilidad de los
suelos, ha incrementado los procesos de erosión y ha alterando la dinámica del
río.
El caso del río Bogotá, uno de los afluentes del río
Magdalena, es muy crítico, puesto que se ha convertido en una alcantarilla a
cielo abierto. Este río tiene una extensión de 380 kilómetros; allí se
localizan 41 poblaciones, incluida Bogotá. Al pasar por la cuenca alta, el río
Bogotá recibe contaminantes como: cromo, sulfuros, sangre y excrementos de las
curtiembres y los mataderos. En su paso por la capital del país recibe 442
toneladas diarias de desechos, 89 kilogramos de plomo, 5,2 toneladas de
detergentes.
La humanidad, siendo la única especie capaz de ejercer su
dominio sobre el medio, y a su vez la que posee el potencial de conocer y
entender los fenómenos de la naturaleza; siendo además, la única que puede
idear soluciones a los problemas que ella misma genera. Es, paradójicamente,
protagonista de un desequilibrio ambiental mundial sin antecedentes, generado
por la producción incontrolable de sustancias tóxicas y residuos artificiales
de alta permanencia. La cruda realidad ambiental que nos rodea no es más que el
resultado de una sociedad consumista donde la balanza favorece a las
industrias, al comercio y a la moda, más que a la salud.
AGUA
Ríos y Lagos
En el país, una de las principales fuentes de
contaminación de agua es la evacuación directa de aguas residuales, ya sea
provenientes de las residencias, de fábricas, de minas u otros. Las sustancias
más peligrosas provienen fundamentalmente de los residuos tóxicos, reactivos,
inflamables y combustibles que produce la minería, la industria manufacturera,
particularmente la industria del procesamiento del petróleo, la industria
química y la industria de curtiembres (IDEAM, 1998). La industria alimentaria y
de bebidas participan activamente en el aporte diario de 688 toneladas de
materia orgánica e inorgánica a los ríos del país.
El incremento en el agua de sulfuros, amoníaco, nitratos
y sustancias ácidas, por efecto de vertimiento ya sea de origen agrícola,
industrial o residencial, puede ocasionar diversas enfermedades tras su consumo
(elevadas cantidades de nitratos y fluoruros, por ejemplo, están relacionados
con metahemoglobinemia infantil y fluorosis endémica crónica respectivamente).
También cabe resaltar la presencia, cada vez más habitual de compuestos
hidrocarburados y elementos como mercurio, plomo, cobre, zinc, selenio y
cadmio. El agua contaminada transporta bacterias, y larvas de nemátodos que
ocasionan diversas enfermedades gastrointestinales y respiratoriasa los
animales y al hombre.
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